Europa._ La guerra en Gaza recrudece tras nuevos bombardeos israelíes que impactaron campamentos de desplazados, dejando al menos 26 muertos y decenas de heridos en Jan Yunis.
Testigos reportaron que el ataque alcanzó una escuela convertida en refugio, donde se encontraban principalmente mujeres, niños y ancianos desplazados por la ofensiva militar.
Israel alega que el blanco era una célula de Hamás, mientras la comunidad internacional exige una investigación independiente sobre posibles crímenes de guerra.
En Rafah, otros 27 palestinos murieron tras un incidente en un centro de distribución de ayuda. El ejército israelí afirma haber disparado «advertencias» ante supuestas amenazas.
Organizaciones como la Fundación Humanitaria para Gaza suspendieron operaciones tras los ataques, afectando la entrega de alimentos y medicinas esenciales en la zona.
Mientras tanto, en Ucrania, el SBU lanzó una operación con drones que destruyó más de 40 aeronaves militares rusas en varios aeródromos dentro de Rusia.
Moscú responde con avances en Donetsk y Sumi, donde intensifica su ofensiva terrestre. Se reportan numerosas bajas ucranianas y destrucción de infraestructura.
Las negociaciones de paz en Estambul fracasaron. Rusia exige que Ucrania renuncie a entrar en la OTAN y abandone territorios, demandas inaceptables para Kiev.
Ucrania propuso un alto al fuego temporal de 30 días, rechazado por Moscú salvo en zonas específicas. La guerra entra en una etapa sin salida clara.
España canceló un contrato millonario con Israel en protesta por las muertes en Gaza. Otros países presionan por una resolución urgente en la ONU.
En ambos conflictos, los civiles son los más afectados. La ayuda humanitaria se ve restringida por la violencia y la falta de acuerdos diplomáticos.
La situación global se torna alarmante. Naciones Unidas advierte sobre un posible colapso regional si no se logra un alto al fuego inmediato y verificable.
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