Santo Domingo,RD._ En el mundo del béisbol, abundan las hazañas que desafían la lógica, pero pocas tan insólitas como la protagonizada por Dock Ellis el 12 de junio de 1970.
Aquel día, el lanzador de los Pittsburgh Pirates escribió una página inaudita al conseguir un juego sin hits… bajo los efectos del LSD.
La historia, que durante años fue apenas un rumor, fue confirmada por el propio Ellis tiempo después.
Confesó que no sabía que lanzaba ese día y consumió ácido lisérgico por error.
En esta crónica puedes conocer los detalles más llamativos del juego.
Pese a estar profundamente alterado, subió al montículo del estadio de los Padres de San Diego y logró completar los nueve innings sin permitir imparables.
Concedió ocho boletos, golpeó a varios bateadores y aseguró que apenas distinguía al receptor.
“Sabía que estaba ahí por los colores”, relató años después en entrevistas.
Veía al bateador “con múltiples cabezas” y al ambiente “vibrando”.
Sin embargo, su brazo siguió ejecutando como un metrónomo en plena tormenta mental.
El juego terminó 2-0 a favor de los Pirates. Los rivales apenas podían creerlo.
Ellis no solo había lanzado un no-hitter, sino que lo había hecho en un estado psicodélico.
Esta hazaña, única en la historia de la MLB, fue luego inmortalizada en animaciones y documentales.
Más allá del asombro, Dock Ellis se convirtió en un símbolo de lucha tras retirarse.
Se volvió activista contra las adicciones y ayudó a otros jugadores a rehabilitarse.
Este video animado muestra su propia narración del suceso.
Su legado va más allá del béisbol. Es una historia sobre el talento, el caos personal y la capacidad de redención. Dock Ellis no solo hizo historia: la reescribió a su manera.
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