Asunción, Paraguay. La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) ha manifestado su preocupación frente al panorama político en Venezuela, donde se tiene previsto realizar el Campeonato Sudamericano Sub-20 entre el 23 de enero y el 16 de febrero.
La incertidumbre surge tras la posible juramentación del dictador Nicolás Maduro como presidente, un acto cuestionado por irregularidades electorales y la convocatoria de manifestaciones por parte de la oposición.
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Una fuente oficial de CONMEBOL en Asunción declaró que la situación en el país caribeño está siendo observada con atención: “Estamos monitoreando todos los aspectos relevantes para garantizar la seguridad de los equipos, delegaciones y asistentes al torneo”.
Las tensiones se han visto amplificadas por comentarios de la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien sugirió públicamente reconsiderar la sede del campeonato.
Durante una entrevista con CNN Radio, Bullrich expresó: “¿Es viable hacer un sudamericano en Venezuela? Tal vez haya que buscar otra sede. No vamos a arriesgar la seguridad de nuestros chicos.”
A pesar de las declaraciones, no se ha emitido una decisión oficial por parte de CONMEBOL respecto a un posible cambio de sede.
La organización continúa evaluando informes sobre la situación política y de seguridad en Venezuela, en estrecha coordinación con las autoridades locales y organismos internacionales.
El Sudamericano Sub-20, una vitrina para los talentos juveniles del continente, es un evento clave para las selecciones nacionales, ya que también funciona como clasificatorio para el Mundial Sub-20 de la FIFA.
Sin embargo, el clima político podría poner en riesgo su normal desarrollo en el país anfitrión.
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A la espera de decisiones
Mientras tanto, las selecciones participantes se preparan para el torneo, aunque con incertidumbre sobre el lugar donde finalmente se llevará a cabo.
Fuentes cercanas indican que CONMEBOL podría considerar países alternativos si las condiciones en Venezuela no garantizan la seguridad necesaria.
El desarrollo de este importante evento deportivo se encuentra ahora en manos de la evolución política y las deliberaciones de los responsables en CONMEBOL, quienes deberán balancear los aspectos deportivos y organizativos con las garantías de seguridad para todos los involucrados.
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