Un negocio tienen con las Boletas
Santo Domingo, RD._ La Gran Final de la temporada 2024-25 de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom) enfrenta serios problemas relacionados con la reventa de entradas.
La problemática ha generado descontento entre los fanáticos, quienes ven cómo la pasión por el deporte queda relegada por la especulación y el lucro desmedido.
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En las afueras del Estadio Quisqueya, ubicado en Santo Domingo, los revendedores han tomado el control de la distribución de boletos.
Decenas de personas, visibles en los alrededores, ofrecen entradas a precios elevados, obstaculizando el acceso para los fanáticos comunes.
Las quejas se intensifican porque algunos revendedores operan justo frente a las autoridades policiales.
Uno de los principales problemas es la rápida desaparición de boletos en las plataformas de venta en línea.
Usuarios reportan que las entradas se agotan en menos de una hora tras su publicación.
Sin embargo, poco después, los revendedores aparecen con grandes cantidades de boletas, lo que ha generado suspicacias sobre cómo obtienen tantas.
La legalidad de esta práctica es un tema que divide opiniones, ya que muchos consideran que las autoridades no toman acciones contundentes.
La falta de intervención por parte de organismos competentes genera una percepción de permisividad hacia estas actividades.
Esto afecta directamente la confianza de los fanáticos en los procesos de venta oficiales.
A pesar de estos inconvenientes, la serie final de Lidom ha sido descrita como un espectáculo deportivo sin precedentes.
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Los equipos han demostrado gran calidad, atrayendo a miles de fanáticos apasionados.
Sin embargo, la frustración de quienes no logran adquirir boletos empaña lo que podría ser una experiencia inolvidable.
La ausencia de taquillas físicas en el Estadio Quisqueya agrava aún más la situación.
Muchos fanáticos han expresado su descontento al no contar con una alternativa a las plataformas digitales.
Esto limita la participación de quienes no tienen acceso constante a internet o prefieren métodos más tradicionales de compra.
La presencia masiva de revendedores también ha provocado un aumento en los precios de las entradas, alejando a los seguidores con menos recursos.
Este fenómeno impacta la diversidad en el público asistente y refuerza la exclusión económica en un deporte que tradicionalmente ha sido para todos.
Organismos de protección al consumidor y la propia Lidom han sido señalados por no establecer medidas eficaces para garantizar un acceso justo y transparente a las entradas.
Los fanáticos reclaman una mayor regulación y control en los procesos de venta, así como acciones legales contra la reventa ilegal.
En medio de esta situación, el debate sobre la reventa y sus implicaciones sigue abierto.
Mientras algunos ven en esta práctica una oportunidad económica, otros consideran que perjudica al deporte y traiciona sus valores fundamentales.
La incertidumbre sobre posibles soluciones se mantiene.
La Gran Final de Lidom, un evento que debería unir a los fanáticos en torno al amor por el béisbol, enfrenta un desafío que amenaza con alejar a su base más fiel.
Las autoridades y organizadores están llamados a actuar para preservar la esencia de este deporte tan querido por los dominicanos.
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