Santo Domingo, RD._ La Serie Nacional de Béisbol de Cuba, un baluarte del deporte en la isla, sigue sorprendiendo con estadísticas impresionantes.
Con la particularidad de que se juega con bates de aluminio, el espectáculo en el diamante es cada vez muy emocionante.
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Entre los íconos de la historia del béisbol cubano destaca Orestes Kindelán Olivares, quien, en 21 series, ha dejado una huella imborrable al conectar un total de 489 cuadrangulares y remolcar más de 1511 carreras.
Su legado como líder de jonrones y carreras impulsadas de por vida en la Serie Nacional resalta su excepcional talento y dedicación a este deporte.
No podemos olvidar a Daniel Castro, otro gigante del bateo, quien en 30 series logró acumular más de 2500 indiscutibles, un testimonio de su consistencia y habilidad en el plato.
Enrique Esteban Díaz Martínez, conocido por su velocidad, se robó 726 bases en 26 temporadas, convirtiéndose en un referente del juego agresivo en las bases.
El Picheo con Estadísticas Positivas y Negativas
En el ámbito del pitcheo, los números también son sorprendentes. tanto para bien como para mal, por ejemplo, Carlos Alberto Yáñez Martínez, quien en 28 temporadas, recibió 475 cuadrangulares, un récord que muestra las consecuencias del bate de aluminio.
José Ángel García, en 26 temporadas, ha sido un pilar en el montículo, mientras que Rogelio García Alonso se destaca como el máximo ponchador de todos los tiempos, acumulando 1509 en 16 temporadas.
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La Serie Nacional de Béisbol de Cuba continúa siendo una plataforma vital para el desarrollo del talento, donde los bates de los niños son los verdaderos protagonistas.
Con cada temporada, se escribe una nueva página en la rica historia del béisbol cubano, recordando la pasión y el amor por el juego que caracteriza a la isla.
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