Medio Oriente._ Israel e Irán han entrado en una fase crítica del conflicto, con bombardeos mutuos que han dejado decenas de muertos y cientos de heridos en ambas naciones.
Durante las últimas 72 horas, Israel lanzó una ofensiva aérea sin precedentes contra instalaciones estratégicas en territorio iraní, incluyendo yacimientos energéticos y depósitos militares.
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Como represalia, Irán activó la “Operación Promesa Verdadera III”, lanzando más de 150 misiles balísticos y 100 drones hacia territorio israelí, impactando infraestructuras energéticas y zonas civiles.
Al menos 104 personas murieron en Irán, entre ellos oficiales de alto rango, mujeres y niños. Israel reporta 9 víctimas fatales y decenas de heridos por el fuego enemigo.
El bombardeo israelí afectó el yacimiento de gas South Pars, uno de los mayores del mundo, así como refinerías y plantas eléctricas clave en la economía iraní.
Irán evalúa cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde transita un tercio del petróleo mundial, y ya ha suspendido indefinidamente las conversaciones nucleares con Estados Unidos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que “atacarán cada rincón que sirva al régimen iraní”, y advirtió que no descarta operaciones contra líderes religiosos iraníes.
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La comunidad internacional exige una desescalada urgente. Naciones Unidas, Francia y Reino Unido piden evitar una catástrofe regional. Estados Unidos moviliza apoyo militar en la zona.
Mientras tanto, analistas alertan que un error de cálculo o un nuevo ataque podría arrastrar a Medio Oriente –y al mundo– hacia una guerra aún más devastadora.
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