Santo Domingo, RD._ La capital dominicana amaneció este domingo con un ritmo inusualmente pausado. Las calles, avenidas y zonas habitualmente congestionadas lucen despejadas, reflejo del éxodo masivo de residentes que salieron desde el sábado hacia diferentes destinos del país por motivo de la Semana Santa.
Aunque muchas personas aún deben cumplir con sus compromisos laborales durante los primeros días de la próxima semana, la ciudad ya comienza a mostrar señales del tradicional descanso colectivo.
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El bullicio cotidiano ha dado paso a un ambiente más sereno, con menos tráfico, menos movimiento comercial y una presencia más baja de transeúntes en parques, plazas y centros urbanos.
Algunos negocios han reducido sus horarios o permanecen cerrados, mientras que en sectores residenciales se percibe un silencio poco común para un domingo en la capital.
“Hoy parece un feriado, uno de esos días donde todo se detiene”, comentó Carlos Mejía, conserje de un edificio en la avenida Bolívar de Santo Domingo. “Desde ayer se fue mucha gente, y hoy no se escucha ni el ruido de los carros”.
No obstante, las actividades religiosas continúan su curso, con feligreses asistiendo a misa y a los preparativos para los actos litúrgicos del Jueves y Viernes Santo. Además, cuerpos de seguridad y asistencia vial mantienen su presencia en puntos estratégicos, anticipando el aumento del flujo vehicular para los próximos días.
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El panorama de este domingo refleja no solo el inicio de la Semana Mayor, sino también la necesidad de descanso de una población que, pese a las responsabilidades pendientes, busca desconectarse por unos días.
Se espera que el movimiento retorne parcialmente entre lunes y miércoles, antes de una nueva y masiva salida prevista para el jueves santo.
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